# Una Nueva Visión del Dinero - 1. ¿Por qué tenemos necesidades?

Tal como insinuamos en la introducción, debemos tener absoluta claridad respecto
al tema de las necesidades antes de adentrarnos con seguridad en el tema del
dinero. Después de todo, usamos el dinero principalmente para satisfacer ciertas
necesidades o deseos. Entonces, ¿qué nos dice Un Curso de Milagros sobre las
necesidades que creemos tener?
Lo primero que debemos entender es la imagen que el Curso presenta sobre nuestra
realidad en el Cielo. El Curso describe el Cielo no como un lugar, sino como un
estado de la mente en el que hay una completa ausencia de necesidades.
Encontramos esta idea, por ejemplo, en el capítulo 13:
> Tu Padre sabe que no tienes necesidad de nada. Esto es así en el Cielo, pues,
> ¿qué podrías necesitar en la eternidad? [^CE-T-13.VIII.1:1-2]
[^CE-T-13.VIII.1:1-2]: > Your Father knoweth that you have need of nothing. In
Heaven this is so, for what could you need in eternity? ([CE T-13.VIII.1:1-2](https://acimce.app/:T-13.VIII.1:1-2))
No voy a dedicar mucho tiempo a explicar por qué en el Cielo no tenemos
necesidades. Simplemente estamos tomando a Jesús en su palabra. Dios quiso que
viviéramos sin ninguna necesidad. En el Cielo no había carencia alguna. Sin
embargo, al venir a este mundo nos pusimos en una situación en la que las
necesidades se volvieron “algo”:
> En tu mundo ciertamente tienes necesidad de cosas. El mundo en el que te
> encuentras es un mundo de escasez porque estás necesitado. [^CE-T-13.VIII.1:3]
[^CE-T-13.VIII.1:3]: > In your world you _do_ need things, because it is a world
of scarcity, in which you find yourself _because_ you are lacking. ([CE T-13.VIII.1:3](https://acimce.app/:T-13.VIII.1:3))
¿Cómo ocurrió esto? ¿Cómo llegamos a convertirnos en seres necesitados que pasan
la vida queriendo cosas? ¿Qué hay realmente detrás de cada una de nuestras
necesidades? Si examinamos el concepto de necesidad, descubrimos que toda
necesidad involucra, por definición, una carencia. La carencia puede entenderse
como un vacío. Ese vacío tiene que ser llenado por aquello que le falta. Así que
necesitar “algo” es lo mismo que querer llenar el vacío de ese mismo algo.
> Una necesidad implica carencia por definición. Conlleva el reconocimiento
> (...) de que estarías mejor en un estado distinto del que te encuentras. [^CE-T-1.48.20:1-2]
[^CE-T-1.48.20:1-2]: > A need implies lack by definition. It involves the
recognition, conscious or unconscious (and at times, fortunately,
superconscious), that you would be better off in a state which is somehow
different from the one you are in. ([CE T-1.48.20:1-2](https://acimce.app/:T-1.48.)20:1-2)
El Cielo, como estado en el que no había necesidades, era por definición un
estado sin carencias. Y al no existir carencia, tampoco existía la noción de que
era posible estar “mejor”. ¿Cómo cambió eso?
> Hasta la separación (...), nada faltaba. Esto significaba que no tenías
> ninguna necesidad. Si no te hubieras privado, nunca las habrías experimentado. [^CE-T-1.48.20:3-5]
[^CE-T-1.48.20:3-5]: > Until the separation (...), nothing was lacking. This
meant that you had no needs at all. If you had not deprived yourself, you would
never have experienced them. ([CE T-1.48.20:3-5](https://acimce.app/:T-1.48.20:3-5))
En algún momento decidimos separarnos de Dios. Esto fue más un deseo que un
hecho real, pues es imposible separarse de Aquello que es todo lo que existe. Lo
que hicimos fue imaginar que lo hacíamos: imaginamos que tomábamos una parte de
nosotros mismos y la apartábamos del resto. Imaginamos que “sacábamos” a Dios
del núcleo de nuestro ser. Por primera vez experimentamos la privación de algo
que antes teníamos. Al separarnos de Dios y venir a este mundo descubrimos lo
que significaba estar sin Dios. La separación nos llevó a experimentar nuestra
primera carencia: la carencia de Dios Mismo.
Como dijimos antes, tener necesidades implica reconocer que podríamos estar en
un estado mejor del que estamos. Es decir, toda necesidad es simplemente una
motivación: representa el impulso de suplir una carencia específica. El vacío de
Dios en lo más profundo de nuestro ser no solo se convirtió en nuestra primera
experiencia de carencia, sino que introdujo la idea misma de comportamiento. Sin
necesidades no habría razón alguna para comportarse ni actuar.
> Tras la separación, las necesidades se convirtieron en la fuente más poderosa
> de motivación de la acción humana. Todo comportamiento está esencialmente
> motivado por necesidades, pero el comportamiento en sí no es un atributo
> divino. [^CE-T-1.48.20-21]
[^CE-T-1.48.20-21]: > After the separation, needs became the most powerful
source of motivation for human action. All behavior is essentially motivated by
needs, but behavior itself is not a divine attribute. ([CE T-1.48.20-21](https://acimce.app/:T-1.48.20-21))
En el Cielo, donde no había carencia, el comportamiento era innecesario porque
no existía ninguna motivación para el cambio. En este mundo, sin embargo,
cualquier comportamiento que exhibamos —o que veamos en otros— está motivado por
necesidades específicas.
El Cielo es también un estado en el que solo existe el espíritu, sin formas ni
cosas físicas, como explica el Curso. Un estado que existe dentro de la Mente de
Dios. En un estado sin necesidades no había necesidad de un “medio” para
expresar ningún comportamiento, pues el comportamiento mismo es motivación para
suplir necesidades.
Una vez nos separamos, también necesitamos algo con lo cual pudiéramos expresar
comportamiento. Algo tangible que pudiera llevarnos de un lugar a otro y con lo
cual pudiéramos experimentar efecto y cambio. Ese “algo” es el cuerpo. El cuerpo
es el mecanismo mediante el cual expresamos nuestro comportamiento:
> El cuerpo es el mecanismo del comportamiento. Nadie se molestaría siquiera en
> levantarse e ir de un sitio a otro si no pensara que de algún modo estaría
> mejor. [^CE-T-1.48.21:3-4]
[^CE-T-1.48.21:3-4]: > The body is the mechanism for behavior. Nobody would
bother even to get up and go from one place to another if he did not think he
would somehow be better off. ([CE T-1.48.21:3-4](https://acimce.app/:T-1.48.21:3-4))
Pero, como explicamos, el cuerpo surgió originalmente como producto del deseo de
separarnos de Dios. Ese deseo requirió un símbolo que nos mantuviera separados
de nuestro Creador. Por lo tanto, el símbolo de la separación es el cuerpo.
Puedes pensar en el cuerpo como una barrera protectora que nos mantiene
separados del resto. Esa barrera es la que cada día “prueba” que “yo soy yo” y
que no puedo ser nada más.
Como cualquier símbolo, el cuerpo puede cambiar de propósito y ser usado para
algo positivo. Cuando usamos el cuerpo para separarnos, parecería que tiene sus
propias necesidades, y nos convertimos en esclavos de ellas. Pero si Dios fuera
nuestra única necesidad, entonces nuestro comportamiento —expresado a través del
cuerpo— reflejaría esa motivación también. Creer que podemos estar mejor es algo
bueno, pues en última instancia nos motiva a satisfacer nuestra única necesidad
real: Dios.
El hecho de que el comportamiento no sea un atributo divino no significa que sea
algo malo. Ahora que hemos inventado el concepto de comportamiento, este se
vuelve el mejor mecanismo que tenemos para actuar el deseo de sanar nuestra
carencia:
> Creer que podrías estar mejor es la razón por la que tienes a tu disposición
> el mecanismo del comportamiento. Por eso dice la Biblia: “Por sus obras los
> conoceréis”. [^CE-T-1.48.21:5-6]
[^CE-T-1.48.21:5-6]: > Believing that you _could_ be “better off” is the reason
why you have the mechanism for behavior at your disposal. That is why the Bible
says, “By their _deeds_ ye shall know them.” ([CE T-1.48.21:5-6](https://acimce.app/:T-1.48.21:5-6))
El comportamiento debe expresarse a través del cuerpo, y el cuerpo
necesariamente refleja la motivación interna. Dadas las necesidades de una
persona, su comportamiento seguirá esa motivación. Y porque el comportamiento
sigue la motivación, “por sus obras los conoceréis”. Una persona cuya motivación
es llegar a Dios tendrá un comportamiento coherente con ese deseo.
Sin embargo, la mayoría usamos el cuerpo y el comportamiento no para buscar a
Dios, sino para mantener la separación. Y al hacerlo, parece que hay cientos de
necesidades diferentes que satisfacer, cada una con distinta urgencia, hasta el
punto de que buscar a Dios “primero” parece ingenuo o impráctico.

La famosa jerarquía de necesidades de Maslow es un excelente ejemplo de esta
idea. Usualmente se entiende como que primero deben satisfacerse las necesidades
fisiológicas y de seguridad, luego las de relación y, solo después, las
espirituales. Sin embargo, Jesús dice que esta comprensión es completamente
errónea:
> Actúas según la jerarquía particular de necesidades que estableces para ti
> mismo. Tu jerarquía, a su vez, depende de tu percepción de lo que eres; es
> decir, de lo que careces. La separación de Dios es la única carencia que
> realmente necesitas corregir. Pero tu separación nunca hubiera ocurrido si no
> hubieras distorsionado tu percepción de la verdad, y así te hubieras percibido
> a ti mismo como carente. El concepto de cualquier tipo de jerarquía de
> necesidades surgió porque, habiendo cometido este error fundamental, ya te
> habías fragmentado en niveles con necesidades diferentes. [^CE-T-1.48.22:1-6]
[^CE-T-1.48.22:1-6]: > You act according to the particular hierarchy of needs
you establish for yourself. Your hierarchy, in turn, depends on your perception
of what you are; that is, what you _lack_. This establishes your own rules for
what you need to know. Separation from God is the only lack you really need to
correct. But your separation would never have occurred if you had not distorted
you perception of truth, and thus perceived yourself as lacking. The concept of
any sort of need _hierarchy_ arose because, having made this fundamental error,
you had already fragmented yourself into levels with _different_ needs. ([CE T-1.48.22:1-6](https://acimce.app/:T-1.48.22:1-6))
En otras palabras, toda necesidad es una distorsión de nuestra única verdadera
carencia: la falta de Dios. Como resultado de la separación, nos desintegramos
internamente, como si repitiéramos el proceso de separarnos de Dios una y otra
vez dentro de nuestro propio ser. En cada paso nos “quitábamos” otra parte,
volviéndonos más carentes. Cada nueva carencia inventaba una nueva necesidad.
Nos convertimos en seres necesitados, queriéndolo todo a la vez. De ahí las
voces internas que parecen pedir cosas contradictorias.
No hay solución dentro del sistema mismo: no podemos satisfacer todas las voces
y necesidades a la vez. Así que tuvimos que priorizar. Una voz quiere comer
ahora; otra quiere seguir en el teléfono; otra quiere salir a comer; otra teme
gastar dinero. Así nació la idea de una jerarquía de necesidades: un intento de
ordenar la locura interna.
Pero Jesús desafía por completo esa idea y nos recuerda que nuestra única
necesidad es Dios. Es imposible carecer de lo que está en todas partes y es todo
lo que existe. Cada uno es parte de ese Todo. La creencia de que podemos crear
una barrera para mantener a Dios afuera nos llevó a concluir lógicamente que
cada persona tiene necesidades distintas y que algunas son más importantes que
otras.
La solución no es organizar mejor la pirámide: es **invertirla**. Si pudiéramos
poner a Dios como nuestra primera y única necesidad, nuestro comportamiento se
unificaría de un modo que permitiría que Dios proveyera los medios necesarios.
En lugar de múltiples voces con múltiples necesidades, habría una sola voz, un
solo llamado, una sola necesidad. Como dice Jesús:
> La necesidad unificada produce acción unificada, porque elimina la
> ambivalencia. [^CE-T-1.48.23:2]
[^CE-T-1.48.23:2]: > Unified need produces unified action, because it produces
lack of ambivalence. ([CE T-1.48.23:2](https://acimce.app/:T-1.48.23:2))
El dinero, entonces, se volvería algo secundario en tu vida: simplemente un
medio que aparece cuando es necesario para sostener tu propósito unificado de
regresar a Dios.
## Práctica
### 1. Durante el día
Si queremos adquirir una nueva visión del dinero y las necesidades, debemos
abandonar la manera vieja de ver. Esto comienza reconociendo que nuestra
perspectiva actual es aprendida, no natural.
Hoy utilizaremos la técnica de **respuesta a la tentación**, que tiene dos
partes:
**Primera parte: observación de pensamientos de carencia**
A lo largo del día, observa tu mente e identifica pensamientos de necesidad.
Cada vez que aparezca uno, responde lentamente, pero sin demora:
> “Ahora creo que necesito ________, pero mi Ser realmente me está pidiendo a
> Dios.”
Por ejemplo:
> “Ahora creo que necesito comer / ver televisión / un abrazo / dormir, pero mi
> Ser realmente me está pidiendo a Dios.”
Hazlo con los ojos cerrados, repitiendo la frase durante al menos medio minuto.
Conéctate con su significado hasta sentir un pequeño cambio interno. Si aparece
resistencia fuerte, detente.
No se espera que dejes de satisfacer necesidades físicas. No se trata de no
comer, no dormir o no actuar. El propósito es entrenar la mente a reconocer que
el cuerpo no pide nada: lo hace una motivación más profunda de regresar a tu
estado natural.
### 2. Durante el día (alarma)
Usa el temporizador de tu teléfono y pon una alarma cada 20 minutos. Cuando
suene, recuérdate:
> “Dios me creó perfecto y sin carencias. Que mi mente se unifique para regresar
> a mi hogar.”
Escríbelo en un lugar visible. Si 20 minutos es demasiado, usa 30 o 60. No
decidas de antemano: solo inténtalo. Si se te olvida de vez en cuando, está
bien.
Lo importante no es repetir por repetir, sino dejar entrar el significado. No
queremos un mantra mecánico: queremos que la **idea** permanezca viva en tu
mente durante todo el día.
---
- [Preferred Frame Writing on GitHub.com](https://github.com/siran/writing)
(built: 2025-12-11 22:15 EST UTC-5)